Incorporar Hygge en los eventos es una invitación a replantear cómo diseñamos experiencias. No se trata de seguir modas o tendencias, sino de priorizar las sensaciones, la conexión y el bienestar de quienes asisten. Es en los pequeños detalles y en las atmósferas acogedoras donde reside la verdadera magia de un evento inolvidable.